Las
selvas no son lugares fáciles de poblar por la especie humana, ya que dominan
los hábitats arborícolas de las altas copas de los árboles, por lo que el acceso
es difícil. A pesar de ello, en gran parte de las selvas de la tierra existen
poblaciones humanas reducidas, que han sabido adaptarse a las especiales
condiciones de vida de este bioma. Normalmente se trata de pequeñas
poblaciones, con una tecnología muy reducida y que basan su supervivencia en la
caza y la recolección de los recursos del medio.